Gracias al trabajo investigativo hasta ahora realizado, se ha hecho evidente la enorme carga que estas enfermedades representan para las familias, quienes en su mayoría son de escasos recursos económicos. Por ejemplo, las personas que sufren de la enfermedad de Alzheimer familiar de inicio temprano, se empiezan a enfermar alrededor de los 40 años, en una edad en la que ellos son la fuente principal de apoyo económico de sus familias.

Debido a la misma enfermedad, estas personas no pueden mantener un trabajo, lo que impone una carga económica significativa a familias que de por sí tienen recursos limitados. En etapas avanzadas, los enfermos de demencia necesitan el apoyo de familiares o cuidadores para poder hacer las tareas diarias, como bañarse, vestirse o comer. Además, por tratarse de enfermedades genéticas, con frecuencia hay más de un enfermo al mismo tiempo en una familia. Todos estos factores contribuyen enormemente a que estas familias sufran de una gran carga emocional, física y económica.

La Iniciativa se propone apoyar y extender significativamente estos esfuerzos para ayudar a las familias que sufren de estas enfermedades neurodegenerativas.